Reseña: Guerras demoníacas. R. A. Salvatore

No es esta quizá una de las obras más conocidas de Salvatore, pero para mi gusto es un material alternativo para conocer a este magnífico autor de la literatura fantástica. Los seis libros que componen esta saga fueron publicados entre los años 1995 y 2002 (después, por lo tanto, del despegue de Drizzt Do’Urden y los Reinos), y en cierto sentido guarda reminiscencias de antiguos personajes, pero tienen un regusto distinto.

Tras esta pequeña presentación, pasemos a describir los episodios de esta aventura:

1. El despertar del demonio
2. Barbacán, la guarida del maligno
3. El espíritu del Dáctilo
4. Markwart, el abad maléfico
5. El apóstol del demonio
6. El hijo de Elbryan

A pesar de los aparentemente poco acertados títulos (el maligno, el maléfico… parecen tópicos) y el auto-spoiler que contienen (El hijo de Elbryan nos anuncia que dicho personaje tendrá un hijo, lo cual es ciertamente anunciador) es el contenido lo que más importa en esta ocasión.

Personajes

- Elbryan Wyndon (Pájaro de la Noche): protagonista de la novela. Cuando era pequeño, una banda de trasgos y gigantes fomorianos arrasó su aldea, matando a toda su familia y apartando de su lado a Pony, la única amiga con la que contaba. Por fortuna para él, es el sobrino del último guardabosques, motivo por el cual los elfos le acogerán e instruirán.

- Pony: tras el ataque a la aldea, olvidó todo su pasado y fue cambiando de ocupación y residencia hasta conseguir enrolarse en los Guardianes de la Costa.

- Avelyn Desbris: monje de Saint Mere Abelle que, a pesar de su corta estancia en la Orden, es elegido para una importante misión: recoger la lluvia de piedras de la Isla de Pimaninicuit, principal fuente de poder y riqueza de la abadía.

- Jojonah: viejo monje de la Orden y amigo de Avelyn. Comparte con él ciertas ideas “revolucionarias” respecto a la existencia y el uso de las piedras.

- Dalebert Markwart: abad de la orden. Obsesionado con el poder y la riqueza, se pondrá al servicio del mal.

- Belli’mar Juraviel: elfo encargado de la instrucción de Elbryan como guardabosques. Es un amigo fiel y hábil guerrero.

- Belli’mar Tuntun: pequeña elfa que, al principio, trata de hacerle la vida imposible a Elbryan, pero que acabará reconociendo su gran habilidad y convirtiéndose en una de sus mejores aliadas.

- Bradwarden: centauro guardián del bosque. Es rudo de modales, pero de amistad sincera.

- Hermano Justicia: monje especialmente instruido por los superiores de Saint Mere Abelle para actuar contra Avelyn.

- Dáctilo: el malo de la película, un demonio resucitado.

Estilo

Al estilo de las demás obras de Salvatore, es una prosa fácil de seguir y una historia con atractivo, que engancha desde los primeros capítulos. La filosofía de la obra no parece relevante en un primer momento, pero, tal y como este autor gusta de hacer, a lo largo del relato expone ideas filosóficas, sobre todo relacionadas —en este caso— con los elfos. Esas pequeñas intervenciones ofrecen nuevas maneras de mirar al mundo, quizá influidas por la obra de Tolkien o por la mitología irlandesa.

Es una saga realmente entrañable, no sólo por sus personajes sino también por sus esfuerzos por borrar el mal del mundo, tanto en su forma corpórea —el Dáctilo— como en los personajes que se van cruzando en su camino.