Mostrando entradas con la etiqueta Nombres. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Nombres. Mostrar todas las entradas

Software 3. Software para crear personajes

Seguro que muchos os habéis enfrentado a uno de los mayores dilemas del escritor: dar forma a su personaje. Con frecuencia sabemos qué le va a pasar, pero no cómo es, o cuál es su nombre. Otras veces, simplemente necesitamos un buen personaje para empezar a trabajar. Sea cual sea tu caso, aquí tienes algunas aplicaciones que pueden ayudarte.




Aplicaciones dentro de programas
En primer lugar, y para que no te lances en una búsqueda innecesaria, es importante que revises los programas que ya tienes. Algunos tienen aplicaciones muy interesantes:
    - Liquid Story Binder: entre sus “Herramientas”, hay un creador de personajes que puede fijarte edades, ocupaciones... Además, cuenta con listas de nombres de distintos países que pueden ayudarte a darle un poco de color a tu novela.
    - Writer’s Café tiene un generador de nombres en función del sexo de nuestro personaje; eso sí, todos son ingleses o americanos.
    - Writing Prompts A+ también puede generar algunos rasgos para nuestros personajes si utilizamos la pestaña “Characters”.

Páginas web
FakeName Generator  puede crear una ficha completa (con estado civil, apellidos, modelo y matrícula de coche...) de nuestro personaje en un solo clic.
- Con Behind the Name sólo podemos crear nombres y apellidos, pero tiene una cantidad de opciones increíble, incluyendo la posibilidad de crear nombres de sexo ambiguo para nuestros personajes más misteriosos.
- Si lo vuestro es la ciencia-ficción o la fantasía, deberíais echarle un vistazo a Generador de Nombres: cuenta con un corpus muy completo de nombres al estilo de Tolkien, la Guerra de las Galaxias...
- Por último pero no menos importante, Nombra.me puede ayudarnos no sólo a crear nombres de personas, sino también de objetos, productos monedas... El motor de esta página genera palabras que se corresponden con las “normas estilísticas” de la lengua que elijamos pero que en realidad no existen, ni como palabras de uso común ni como nombres de empresas.

Aplicaciones independientes
New Name es un software que permite, literalmente, combinar letras en todos los órdenes posibles, con o sin repetición y del número de sílabas que le pidamos. Es menos directo que las otras opciones, pero también es el único que nos permite elegir qué letras querríamos utilizar. Se puede descargar gratuitamente desde Softonic.
Destiny’s Handbook para Android. Su funcionamiento es muy sencillo: en pantalla aparece un pergamino vacío con algunos campos (“You are a”, para la raza, “Your weapon is”, para tu arma, “Your companion is”, para el ser que te hace compañía...) que se van completando poco a poco. Lo más divertido es que cada uno de estos campos se rellena con un nombre y un adjetivo al azar, por lo que podemos encontrarnos con personajes tan curiosos como un cruzado esquelético o armas tan extrañas como un arco de chicle.

¿Conoces alguna otra aplicación para ayudar a crear personajes? Si es así, compártelo en un comentario.

Los nombres de los personajes 2. El relato fantástico

Antes de ponernos a escribir nombres al azar debemos hacernos una idea de cómo va a ser nuestro mundo fantástico: sobre todo nos interesa cuántas «naciones» va a haber y si hablan lenguas distintas y, por ende, sus nombres serán bastante diferentes. Lo ideal sería crear una lista de características como las que vimos en el artículo anterior para cada nación. Por ejemplo, podéis intentar rellenar esta pequeña ficha:

Sonidos que más se repiten:
¿Utilizan nombres comunes como propios? (Como Rosa, Lluvia, Valeriano...):
Sufijos para «hijo de» (Como el -ez español):
Número medio de sílabas:
Acentuación (¿Los nombres son en general agudos, llanos o esdrújulos?):
Estructuras posibles de las sílabas:
Diferencias entre los nombres masculinos y los femeninos:
Nombres compuestos (¿Los hay?):

Otra opción es utilizar alguna de las páginas de creación de nombres ficticios que os citamos en el artículo de software para crear personajes.

Nombres reales en un relato fantástico
Una novela puede llegar a tener muchos personajes. Es más que probable que haya una buena cantidad de ellos que sean secundarios, terciarios o incluso de fondo pero que, aún así, necesiten un nombre para una escena concreta. Crear tantos nombres distintos puede llegara  ser un auténtico quebradero de cabeza, así que tenemos dos opciones, ambas buenas y que nos ayudarán a darle un toque extra de realismo a la novela a la par que ayudamos a nuestros lectores a memorizar:
Opción 1. Repetir nombres
En la vida real, casi nadie tiene un nombre único: todos se repiten; muchas veces, de hecho, los nombres pasan de padres a hijos. ¿Por qué no en nuestra novela? Si no queremos complicarle la vida al lector, eso sí, deberíamos tener cuidado con no utilizar esos nombres «comunes» para personajes que interactúen mucho o que puedan confundirse entre ellos.
Opción 2. Introducir nombres reales
Tal vez haya nombres reales que cumplan las características que has rellenado en la ficha: también puedes utilizarlos. Incluso, si no te convence demasiado la idea, puedes alterarlos ligeramente o escoger alguna de sus formas antiguas, abreviadas, extendidas... Lo importante es que se ajusten a tu escenario.

La primera criba
Seguro que en cuanto te pongas a escribir unos cuantos nombres te vendrán un montón de ideas a la cabeza; puede que no todas sean buenas, así que, después de la primera tormenta de ideas, será hora de hacer una criba. Los primeros candidatos para caer de la lista serán los que cumplan alguna de estas características:
-Son iguales o muy parecidos a palabras malsonantes en la lengua en la que escribes. A no ser que sea tu intención, sería conveniente tacharlos directamente. Para detectarlos, pronúncialos en voz alta.
-Son demasiado largos. Seamos realistas, en medio de una batalla nadie va a llamar Rododendro a tu personaje, así que, si piensas ponerle ese nombre, ocúpate de darle también un pseudónimo o un apelativo para no entorpecer la acción.
-Son difíciles de escribir o pronunciar. Vivimos en una era digital: la mayoría de tus lectores acudirán a la red para opinar sobre tu libro y tus personajes. Si los nombres no son fáciles de escribir o de recordar gráficamente, es muy probable que acaben mal escritos y la información sobre tu libro se fragmente. Además, este tipo de nombres son también bastante pesados para corregirlos: tú también te equivocarás. (Para evitar que tú te equivoques, existe un pequeño truco que explicaremos próximamente).
Asimismo, si tu lengua no acepta cierto tipo de sonidos, sería mejor no utilizarlos. Lo mismo se aplica a los símbolos de puntuación: a no ser que lo hagas por ambientación, es mejor utilizar sólo símbolos de tu lengua; te ahorrará mucha corrección, sobre todo si trabajas con programas no compatibles con Unicode UTF-8.
A este punto, por supuesto, hay excepciones más que notables, como la de Michael Moorcock en su saga del Campeón Eterno: en ella encontramos nombres como Erekosë, Yyrkoon, Dyvim Tvar, Imrryr o Straasha, que se salen claramente de los cánones del inglés. Esto demuestra que las reglas siempre pueden romperse, ¿no?

Importante
Todas las palabras se perciben por dos sentidos: la vista y el oído. Una vez que hayas decidido la forma de tus nombres, recuerda siempre adaptarlos a las normas de acentuación para que se pronuncien como tú quieres.

Con este pequeño artículo terminamos con el tema de la creación de nombres. ¿Os ha parecido útil? ¿Tenéis algún truco para crearlos?

Los nombres de los personajes 1. El relato realista

Una vez que tenemos más o menos definido el tema de nuestra novela o de nuestro relato, llega la hora de empezar a crear un mundo y llenarlo de vida, de personajes. Diseñar sus comportamientos, sus actitudes o sus motivaciones puede ser más o menos sencillo, pero siempre tenemos el apoyo de la trama, que nos ayuda a situar de manera aproximada las posibilidades que tenemos. Sin embargo, hay un aspecto central de los personajes (y, con frecuencia, de la propia ambientación) que es más aleatorio y que siempre nos da quebraderos de cabeza: los nombres. Puede que en tu novela o en tu relato sólo vaya a haber un puñado de ellos, o incluso sólo dos o tres, pero no debe subestimarse su importancia: pueden ser un soporte muy importante para terminar de ambientar el relato y darle verosimilitud, así que debemos escogerlos bien. Como es un tema complejo y que podría dar mucho de sí, hemos decidido dividir este artículo en dos partes: en la primera, ésta, hablaremos de los relatos basados en la realidad y en la segunda, que podréis leer el martes que viene, nos ocuparemos de los relatos fantásticos.
Los nombres de los personajes en el relato realista
En los relatos históricos, de viajes o basados en algún contexto real, será importante la labor de documentación, y parte de ella tendrá que versar sobre los nombres que lleva o llevaba la gente en ese momento y en ese lugar. Hay documentos que pueden ayudarnos mucho: busca personajes históricos, obras literarias ambientadas o escritas en esa época y lugar, biografías...
Adaptación gráfica de los nombres
Si los nombres que vas a utilizar proceden de una lengua con un alfabeto distinto o que no codifica igual los fonemas (como el inglés), tal vez tengas que plantearte si conviene adaptarlos. En el primer caso, casi siempre tendrás que hacerlo, no sólo para facilitar la lectura, sino también para evitar problemas a la hora de crear un archivo electrónico: no todas las fuentes soportan el código UTF-8 completo; además, si no existe ya un adaptación (o si la que hay no te gusta) siempre puedes crear la tuya propia. En cambio, si el problema es del sonido del nombre (no se lee igual aunque tenga la misma grafía), la decisión dependerá de si la lengua y el nombre en concreto son conocidos (inglés, francés, italiano) o si son más exóticos. Si lo que te interesa es que se reconozca la forma gráfica, no habría por qué adaptarlo; si prefieres que se conserve el sonido, la adaptación es tu mejor baza.
Creación de nombres pseudo-reales
Incluso después de buscar y rebuscar en un montón de libros, es posible que no encontremos nombres suficientes o que no nos gusten por algún motivo: ahí es donde entrará la creación de nombres pseudo-reales. Esta técnica consiste, básicamente, en fijarse en los nombres que hemos obtenido en nuestras búsquedas y tratar de buscar parecidos: sonidos que se repiten, terminaciones, sufijos (hijo de), número medio de sílabas, acentuación (si los nombres son en general llanos, agudos o esdrújulos), estructura de las sílabas (si tienen muchas sílabas vocálicas, si las saturan con consonantes), diferencias entre nombres masculinos y femeninos... Puede sonar complicado, pero para eso tenemos aquí un pequeño ejemplo muy ilustrativo. Hemos tomado al azar unos cuantos nombres turcos, tanto de hombre como de mujer:

Hombre:
Volkan, Mehmet, Emre, Fatih, İskender, Kemal, Ömer
Mujer:
Ayşe, Beyza, Didem, Elif, Emine, Nesrin, Zehra, Zeynep

Analicemos (grosso modo):
-Casi no aparece la letra 'o', salvo en los de hombre y siempre en primera sílaba
-En los nombres masculinos, aparecen mucho los sonidos /m/ y /n/
-Tanto los inicios como las terminaciones pueden ser en consonante o en vocal indistintamente
-En ambos tipos la 'e' aparece con mucha frecuencia
-Algunos nombres masculinos llevan 'a' en su sílaba tónica
-No hay una mayoría de nombres femeninos con 'a'
-No aparecen dos consonantes seguidas en la misma sílaba
-La mayoría de los nombres son de dos sílabas, aunque también se encuentran de tres
-Las estructuras silábicas con más recurrencia son consonante-vocal-consonante, vocal-consonante y consonante-vocal, aunque también las hay sólo vocálicas, tanto con uno como con dos sonidos, sobre todo en los femeninos.

Una vez que hemos hecho estas observaciones, estamos listos para crear nombres que puedan sonar reales. (En este caso concreto, es bastante fácil conseguir un montón de nombres con una sola búsqueda en internet, pero nunca está de más hacer un poco de investigación). Sólo tendríamos que ir siguiendo esas directrices y echarle un poco de imaginación para modificar esos nombres de una manera creíble (ya sabemos, por ejemplo, que Zedra no es una posibilidad, porque tiene dos consonantes seguidas en la misma sílaba, pero que Zeyra sí sería factible) o para crear nombres nuevos con cierta verosimilitud.

En un relato realista, los nombres de los personajes deben resultar creíbles. Por ello, es muy importante documentarse y buscar en textos históricos. No obstante, no siempre tienen que ser reales: a partir de unos pocos nombres, siempre podemos crear muchos más si los analizamos con cuidado y le echamos un poco de imaginación.