Argumento
En esta primera novela de la saga Mundodisco Dosflores, habitante del continente contrapeso, decide hacer un viaje para conocer los lugares donde se desarrollan las leyendas de luchadores, héroes y magos que tanto le apasionan. Poco después de desembarcar en la ciudad de Ankh-Morpork tropieza casualmente tropieza con Rincewind, un viejo aprendiz de hechicero fracasado que se esfuerza por mantener con vida al inocente Dosflores.
Personajes
Rincewind: fue aprendiz de mago en su juventud, pero tras un incidente con el Grimorio ha quedado incapacitado para recordar y ejecutar cualquier hechizo, a excepción del que saltó del libro y se metió en susubconsciente.
Dosflores: habitante del continente contrapeso. Es el primer turista del Mundodisco, y como tal ignora casi todos los usos y costumbres de las tierras del Eje, lo cual, unido a su inocencia, le hace protagonista de muchas situaciones cómicas.
El Equipaje: es una caja con patas y voluntad propia que se dedica a transportar todas las pertenencias de Dosflores, así como su dinero. Sigue a su amo allí donde va y lo protege.
La Muerte: este personaje aparece varias veces a lo largo de la novela, casi siempre con la intención de llevarse a Rincewind.
Bravd el Ejeño: bárbaro y “héroe”
Comadreja: ladrón y compañero de Barvd
Tethis: troll marino
Estilo
La inocencia y el desconocimiento de Dosflores son el detonante fundamental de la obra; el pequeño turista, con sus extraños artefactos y su gran cantidad de oro es una continua fuente de sorpresas, hasta tal punto que Rincewind acaba por exasperarse y empezar a reprocharle su ineptitud. Sin embargo es esa misma actitud de perpetua admiración la que muchas veces los salva de sus enemigos.
El estilo de la narración es bastante peculiar: se van alternando los puntos de vista de diferentes personajes: Rincewind, la Muerte, Dosflores, los dioses… Pero quizá lo que hace de este libro algo aún más cómico o irónico es el tono de muchas de las explicaciones: en casi todas las novelas los hechos que se cuentan son necesarios, es decir, que tienen algo que ver con los personajes, pero no en este caso; muchos de los sucesos que se cuentan son fruto de la mera casualidad, a veces un tanto caprichosa y hasta ridícula, pero se exponen con un afán explicativo fuera de lo común pero en términos un tanto cómicos. Veamos un ejemplo:
En un lejano juego de dimensiones de segunda mano, en un plano astral ligeramente combado, las ondulantes nieblas estelares fluctúan y se separanVamos... La Gran Tortuga A'Tuin se acerca, nadando lentamente por el golfo interestelar, con los pesados miembros llenos de hidrógeno congelado, la enorme y viejísima concha llena de cráteres de meteoros. Con unos ojos del tamaño de mares, encostrados de lágrimas reumáticas y polvo de asteroides, Él contempla fijamente el Destino. En una mente más grande que una ciudad, con lentitud geológica, Él piensa sólo en el Peso. Por supuesto, la mayor parte del peso se debe a Berilia, Tubul, Gran T'Phon y Jerakeen, los cuatro elefantes gigantes sobre cuyos lomos y amplios hombros bronceados por las estrellas descansa el disco del mundo, enguirnaldado por una enorme catarata a lo largo de toda su circunferencia, y cubierto por la bóveda azul pálido del cielo. Hasta ahora, la astropsicología no ha sido capaz de averiguar en qué van pensando.
Si no fuera porque sabemos que la Tierra es redonda, esto podría ser un libro de ciencias redactado y/o escrito para un niño.
O más atrayente de este tomo, y de toda la saga en general, es su humor muchas veces irónico, escondido en las actitudes de los personajes, la casualidad a incluso en las leyes de este curioso Mundodisco.
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