Los talleres de escritura creativa son cada vez más populares entre los escritores aficionados y noveles; los hay online, presenciales, sobre poesía, sobre narrativa, en forma de foro... Sin embargo, sigue habiendo mucha gente que no sabe lo que es un taller de escritura creativa y o no se apuntan lo hacen sin saber muy bien qué va a encontrarse. Para todos los que tengan esta duda, aquí os ofrecemos unas pequeñas claves sobre lo que es y, sobre todo, lo que no es un taller de escritura creativa.
Cualquiera que se interese por estos cursos entenderá que el tema principal es la literatura y la creación literaria pero, ¿qué pinta ahí la palabra "creativa"? Esa es la palabra de la discordia. Para entender ese apellido, es importante tener en cuenta, en primer lugar, el contexto en el que vivimos: hoy todo lo que suene a ser distinto, original, rompedor... vende. No hay más que echar un vistazo a las noticias, a los programas de televisión e incluso a los discursos políticos: hay que ser emprendedor, romper moldes. En segundo lugar, pero no menos importante, también hay que decir que, al menos en el caso de los talleres de escritura creativa, un nombre nunca es gratuito, siempre tiene un significado. Por tanto, para comprender mejor qué es un curso o taller de escritura creativa, vamos a establecer primero qué no significa "creativa" en este contexto:
-No significa que vayan a darte una idea genial para tu próxima obra. Piénsalo, si tú tuvieras LA idea del siglo, ¿se la darías a alguien? No, en los talleres de escritura creativa no van a venderte ideas al peso: se trata de que tú las tengas y trabajes con ellas.
-No significa que te vayan a dar clases de originalidad. No se puede aprender a ser original; hay formas de potenciar la creatividad, igual que la sal puede potenciar el sabor de la comida; pero no hay más que probar un vasito de agua salada para ver que, cuando no hay nada que potenciar, el resultado es... un poco "marinero".
-No significa que te vayan a dar una varita mágica para que se te ocurran ideas nuevas. Seguramente te enseñarán técnicas para arrancar una sesión de escritura y puede que con ellas llegues a una idea realmente buena, pero en ningún caso se trata de una regla de tres.
-En definitiva, no significa que vayas a salir del taller siendo más creativo.
Entonces, ¿qué es un taller de escritura creativa? Fundamentalmente, un taller; un espacio en el que puedes conocer a otros aficionados a la escritura y compartir textos, técnicas, trucos, anécdotas, manías de escritores y algún café. No esperes que te den clases magistrales ni trucos para sacar conejos de la chistera. En un taller, lo fundamental es ir con actitud de aprender y de compartir: recuerda que la escritura no es una ciencia exacta, y menos en cuestiones de literatura. Todos aprendemos constantemente y, aunque haya cierta jerarquía dentro del curso, seguro que el monitor que estará encantado de que los alumnos aporten sus opiniones y consejos.
Por supuesto, esto no quiere decir que no te vayan a enseñar nada. Los contenidos que pueden tratarse en este tipo de talleres son de lo más diverso, pero normalmente tendrán una gran parte dedicada al funcionamiento de la mente creativa: te hablarán de Gianno Rodari y su Gramática de la fantasía, de las funciones de Propp, de las treinta fases del drama... y de cómo aplicar esos estudios y teorías a la creación literaria. Verás técnicas como el binomio fantástico, la tríada o la nube de ideas, "disparadores creativos" que no están diseñados para hacerte más original, sino para "despertar" tu inconsciente y que las ideas te fluyan con más rapidez. Evidentemente, cuantas más ideas pasen por tu cabeza, más probable es que des con una novedosa, pero, repetimos, esto no es magia: la musa no va a presentarse con una novela o un poema ya escrito para que tú lo copies.
Por eso, para que cuando la idea venga sepas cómo trabajarla, el otro bloque fundamental de todo taller lo componen las técnicas de escritura y los elementos de la obra literaria: tipos de texto, narradores descripciones, personajes... Se trata de que tengas una visión general y práctica de todos los elementos que tienes a tu disposición para que, a la hora de escribir, puedas utilizar los que más te convengan. Todos estos contenidos irán acompañados normalmente de ejercicios prácticos y propuestas de trabajo para que también tengas una visión práctica de todos los elementos que te van explicando. Seguramente te pedirán que escribas una misma escena utilizando distintos tipos de narrador, que crees un personaje a partir de unos pocos elementos, que experimentes con distintos géneros... Incluso si ya conoces la teoría, esta parte práctica es siempre muy enriquecedora: tanto el monitor como los compañeros sacarán dudas, comentarios y textos de los que podrás aprender mucho.
Antes de apuntarte a un curso o taller de escritura creativa, piensa bien cuáles son tus expectativas respecto a él: si lo que pretendes es ser más original, puede que te lleves un chasco; si buscas comprender cómo funciona la creatividad y qué puedes hacer para potenciarla y darle forma, o simplemente una ocasión de conocer a otros escritores, puede que hayas encontrado tu lugar. Para asegurarte, interésate por el programa del curso y la persona que va a impartirlo, pide los esquemas de contenido, mira cuántos alumnos va a haber... En resumen, pregúntate por qué han aplicado la palabra "creativo" al título del curso.
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