El estilo directo en la narración
Las palabras de un personaje pueden reproducirse de dos maneras: mediante el estilo indirecto (recordó que su madre le solía decir que no se fiara de los saltamontes) o mediante el estilo directo, que consiste en reproducir al pie de la letra las palabras del personaje. Hoy vamos a centrarnos en el estilo directo. Hay dos formas de disponerlo dentro del texto:
1. Mediante rayas de diálogo: en este caso, separaremos la intervención en un párrafo aparte y seguiremos las normas de puntuación que vimos en ¿Cómo se puntúan los diálogos?
Recordó que su madre le solía decir:
—No te fíes de los saltamontes: te saltarán encima en cuanto te des la vuelta.
2. Con comillas: de esta manera, la intervención queda dentro del párrafo y quedará más elegante, sobre todo si la intervención es corta.
Recordó que su madre le solía decir: «No te fíes de los saltamontes: te saltarán encima en cuanto te des la vuelta».
Para utilizar el método de las comillas, hay que tener varias cosas en cuenta:
- Las reglas de prioridad de las comillas: en español las primeras comillas que se abren deben ser angulares, también llamadas latinas o de sargento, («, »); dentro de ellas, se utilizan las dobles o inglesas (", "); si se necesitaran abrir otras dentro, se utilizarían las simples (', '). La RAE nos da el siguiente ejemplo en su artículo sobre las comillas:
«Antonio me dijo: “Vaya ‘cacharro’ que se ha comprado Julián”».
*Nota: las comillas angulares se pueden colocar fácilmente con el código ASCII: Alt+174 para abrir («) y Alt+0187 para cerrar (»).
- Apertura y cierre de la cita:
- Las citas se inician y se terminan con las comillas pegadas a la primera y la última letras de la cita respectivamente, sin espacios.
- El texto contenido dentro de la cita lleva sus propias marcas de puntuación, es decir, si es o contiene una exclamación o interrogación, los signos se escriben dentro. Si la oración interrogativa o exclamativa es la de fuera, los signos se escriben fuera de las comillas:
Me dijo algo así como «Tú ¿cómo te atreves a hablarme así?» antes de cerrarme la puerta en las narices.
¿Pero cómo que «tu sabrás»? A mí háblame claro.
- La cita puede comenzar por mayúscula si constituye una oración completa o por minúscula si se trata de un fragmento o de una oración incompleta:
¿Por qué iba a decir ella «hasta nunca» si hemos quedado para el jueves?
Si ya lo decía mi padre: «Ese muchacho es más tonto que escribir con cerillas».
- La oración en la que está incluida la cita debe cerrarse con un punto, aunque no haya nada más fuera. Sólo se conservará la puntuación de cierre de la cita si ésta corresponde a un par que haya que cerrar (signos de exclamación o admiración). Incluso en ese caso, la oración de fuera se cerrará con un punto:
Pobrecita, vino toda colorada a preguntarme «¿Os importa si me sirvo un vaso de agua?».
El muchacho no paraba de murmurar entre dientes: «Que no me toque a mí, que no me toque a mí».
- Incisos dentro de la cita.
- Si queremos incluir acotaciones dentro de la cita, las escribiremos entre rayas de diálogo:
«El armario del pasillo está encantado —me dijo en voz baja—: de noche oigo a las hadas llamándome desde dentro».
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